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Los primeros 100 días de Transición para los Nuevos Liderazgos

«100 primeros días de éxito hacen la diferencia»

Los líderes en general siempre están expuestos a cambios o modificaciones de tareas, direcciones, cargos y nuevos retos. Una de las competencias más importantes de todo líder es el manejo de las transiciones o primeros días en la nueva gestión; más aún los líderes políticos.

En este mayo 2021 el cambio de gobierno nos presenta nuevamente este paradigma. Los 100 días es un espacio de tiempo donde se podrá predecir el éxito o fracaso de la nueva gestión política y administrativa del gobierno entrante.  

Esta “costumbre” parte desde que el presidente Franklin Roosevelt en 1933, en un momento que los Estados Unidos estaba en una gran depresión económica, logro impulsar varios temas de gestión y nuevas leyes para lograr salir con prontitud de esa época oscura.

El Ecuador se encuentra, a más de la crisis económica, en una crisis de salud, gobernabilidad y de credibilidad de sus líderes. Estos primeros días de gracia que la ciudadanía, las redes sociales y algunos medios de comunicación darán al nuevo gobierno, deben mostrar las capacidades de gestión las nuevas autoridades entrantes y sus asesores, puesto que marcaran el camino del resto del periodo y la construccion de imagen de la gestión futura.

“A diferencia de la campaña, en la gestión se empieza a construir el liderazgo”

Los 100 días iniciales exitosos parten de varias metodologías y procedimientos que PROPRAXIS lo ha venido planteando y ejecutando desde hace algunos años.

Principios de los 100 días iniciales de gestión:

  • Los 100 días son claves para consolidar la fuerza política y social.
  • Es la primera impresión que marca la imagen, que la gente va a tener acerca del líder durante los próximos cuatro años.
  • Momento de consolidar a los segmentos naturales. Y ver si se atrae a segmentos nuevos. En época de guerra se divide, en época de paz se une. (Unir a los 7 reinos).
  • Es fundamental mantener una forma de comunicación diferente a la que manejaba la administración anterior, para mostrar personalidad propia y cambio. La comunicación debe ser de gestión y no de política.
  • No tomar decisiones que puedan provocar el rechazo de alguna mayoría, o tener en cuenta la mitigación de estas con las justificaciones necesarias para que comprendan la mayor cantidad de ciudadanos.
  • Tener muy en cuenta: NUNCA se gobierna con el atributo con el que se gana.
  • Las victorias tempranas, alianzas de apoyo y relaciones efectivas aumentan la credibilidad del liderazgo.
  • En gestión se deben ofertar propuestas alcanzables y/o comunicables. Hay que evitar hablar de las ofertas de largo plazo. Durante esta etapa, vamos hacia lo tangible. Cambiar el tiempo del verbo de “lo vamos a hacer” hacia “lo estamos haciendo” o “lo hicimos ya”.
  • El plan de gobierno debe generar un proceso de planificación estratégica de la gestión, definiendo los mecanismos de coordinación y priorización de recursos.
  • Existen tres tipos de mensajes: mensajes generales, mensajes de nicho y mensajes que polarizan. Es clave empezar con mensajes positivos y generales y evitar tratar temáticas que polaricen. (Si alguno fue tema de campaña analizarlo bien).
  • Estar atentos en las reacciones del interior de cada institución puesto que los funcionarios internos serán los primeros fiscalizadores silenciosos de las acciones de la nueva autoridad.
  • Es importante no ignorar las relaciones horizontales en todos los niveles de las instituciones que dirigirán las nuevas autoridades.
  • Los equipos son fundamentales para el buen trabajo del líder.
  • Evaluar los riesgos que generan estos cambios, en la administración pública, siempre es muy importante.
  • Identificar los problemas preexistentes para encontrarles salidas vía gestión, más no comunicacionalmente.
  • Detener los gastos discrecionales que no pongan en riesgo la operación de las políticas públicas.

Las dimensiones en donde proponemos que se lleven a cabo estos principios son:

“Durante esta etapa se debe evitar caer en la burocracia que es propia del sistema”

El liderazgo debe responder a las siguientes 5 preguntas claves:

¿Quiénes somos?
¿Qué queremos hacer?
¿Cómo lo vamos a hacer?
¿Qué vamos logrando?
¿Cómo nos relacionamos y tratamos a las personas?

Estas respuestas nos llevaran a tener claridad con los principios planteados y la ejecución de las políticas públicas.

La gestión tiene 2 elementos muy importantes para estos 100 días:

  • La gestión estratégica de las ofertas fundamentales con los que se ganaron la voluntad de voto popular.
  • La gran gestión del día a día para que las instituciones sigan funcionando y prestando sus políticas públicas.

EQUIPO ESTRATEGICO

El accionar de estos 100 primeros días serán fundamentales para consolidar al líder y todos sus futuros proyectos.

Todo cambio trae esperanza y nuevos vientos, esperemos que sean cumplidos por las nuevas autoridades.

“La gente y sus necesidades siempre serán el factor principal de todo liderazgo público”

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